Newell's debe ratificar lo hecho para satisfacer al hincha
Un partido que genera alegría ya que la Lepra accedió a los cuartos de final de la Copa Argentina por primera vez en su historia. También es la primera vez que logra ganarle a un equipo de Primera División, de hecho, aún no venció a ningún equipo del Nacional B, siempre de categorías menores.
Obviamente el encuentro frente a Atlético Tucumán tenía un plus: perder significaba que no habría clásico en 2018. Ahora todo depende del partido entre Central y Almagro. Newell's ya cumplió su parte.
Permítanme el pesimismo: otra vez la Lepra no ganó (en la estadística el partido finalizó empatado, y los penales no son parte del partido en sí). No marcamos goles y de juego poco y nada. Un equivocado planteo con una mala elección de jugadores.
Newell's no tiene mediocampo. Bernardello hizo un buen partido pero a su manera: corrió de acá para allá, se revolcó en el piso, puso huevo. Pero hay imprecisión. Hace falta más que eso, y Sills no es la persona idónea para acompañarlo. Se equivoca cuando las papas queman. No sabe cómo manejar un ataque. No cumple ningún rol en especial: defiende mal y no sabe atacar. Es momento de probar con Cacciabue.
Luego que el conjunto tucumano se quedara con 10, se cerró atrás y le cedió la pelota a la Lepra, que no tuvo idea qué hacer con ella. Pases sin profundidad, de izquierda a derecha en mitad de cancha, una y otra, y otra vez, esperando un hueco que nunca apareció más que con pelotas en largo que generalmente terminaban en saque de arco. Se nota el temor a perderla y pagarlo caro.
Es Torres quien puede aportar picardía: prueba de afuera, es desequilibrante, se anima a encarar a uno o dos jugadores, rompe la línea rival y cambia el ritmo del equipo, de por sí, muy lento. Y lo hace bien. Dilema para Omar De Felippe sabiendo que Amoroso ayuda en el problema leproso por excelencia: el retroceso.
Mención especial para Alan Aguerre que se lo vio expresivo, concentrado, y no dudó a la hora de gritarle a la defensa. Tapó un mano a mano crucial, atajó un penal que iba bien esquinado, y se tiró bien en los otros convertidos. Pero el arquero titular es Ibáñez. Otro dilema para el DT.
Newell's necesita cambiar y De Felippe lo intenta, aunque aún no dio en la tecla. El resultado de ayer le da oxígeno al técnico, pero de nada vale si sigue demostrando actuaciones pobrísimas en Superliga. Se viene una prueba de fuego contra Belgrano, un equipo siempre complicado.
Si bien se logró algo importante para el club, y el acceso a cuartos es positivo, Newell's debe ratificar lo hecho ya que no deja garantías a futuro.
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