Newell’s arranca 0-2 todos los partidos
En la tercera fecha de la Superliga la historia se repitió. El equipo de Omar De Felippe, que debe marcharse todos los partidos con fuertes dolores de cabeza, regaló nuevamente dos goles que hicieron imposible rescatar un buen resultado en su visita a Godoy Cruz.
Fue Fabricio Fontanini en el debut ante Vélez (perdió la marca en el 0-1 y cometió el infantil penal en el 0-2), un cúmulo de errores defensivos contra Independiente en el Coloso (pésimo retroceso iniciado por el paraguayo Píris en el primero y garrafal falta de comunicación entre Ferroni e Ibáñez en el segundo) y hoy el turno de Juan Ignacio Sills.
El ex Olimpo quiso salir por abajo con un arriesgado pase en la franja central (¿alguno más tuvo un feo deja vu con el error de Mateo ante Mineiro en la Libertadores 2013?), el tomba se apoderó del balón en tres cuartos de cancha y el morro García sacó un conejo de la galera.
Pero eso no fue todo. En el complemento, otra vez el adversario lastimó de pelota parada a Newell’s. Sills, que cuenta con tantos minutos en cancha por su ascendencia en el grupo y el hecho de ser considerado referente por todos los entrenadores (Osella, Llop y De Felippe), descuidó alevosamente la marca de Cardona y... 0-2.
¿Hay diferencia de centímetros? Sí, aunque no influyeron porque el de ellos ni siquiera fue molestado por el nuestro. El defensor de Newell’s no supo tirarle la experiencia encima al ex juvenil de San Lorenzo (31 años contra 22) y sumó otro reprobado a su ciclo con la camiseta rojinegra.
El nivel de los centrales es preocupante, pero los otros componentes de la última línea tampoco ayudan.
Píris intenta ser aplicado en la marca pero deja dudas y pocas veces se vio proyectado en ataque. Ferroni tiene déficit de atención (hoy volvió a madrugarlo un delantero rival) y Bíttolo solamente exhibió su gran potencia de brazos para sacar los laterales cuando pasó al costado izquierdo; le costó mucho la marca. Ibáñez, otro de los experimentados, no aporta garantías y ayuda a que la chance de Alan Aguerre en el arco no se vea tan lejana.
Para colmo se desgarró Teodoro Paredes, que con solamente saber sus limitaciones y cumplir con lo mínimo indispensable en la última línea, da la sensación de ser Beckenbauer al lado de sus compañeros de zaga.
Terminado el partido, Fontanini declaró que las desatenciones en la pelota parada del rival fueron uno de los temas que se hablaron internamente en la semana. De Felippe tiene detectado el problema: lo complicado es hallarle solución.
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