Qué es de la vida de: Gustavo Rodas
Hay una anécdota que ronda por el Coloso, que jamás pudo comprobarse ni refutarse. Dicen que Eduardo López alguna vez dijo que la ida de Messi no era problema: "Que se vaya, queda el mejor: Gustavo Rodas".
A los 16 años se convirtió en el jugador más joven en debutar en la Primera de Newell's y se dio el lujo de hacerlo con un gol para sentenciar un 4-1 frente a Talleres de Córdoba en el 2002, con el Negro Zamora al mando. También jugó en Selección Argentina Sub 17.
A esa edad, Rodas ya tenía un hijo. En verano de 2005 declaró "Fui un boludo, perdí mucho tiempo, dejé pasar dos trenes. Este es el último, si no lo aprovecho...”. Newell's venía de ser campeón en un torneo donde no jugó ni un segundo.
"No andaba bien de la cabeza ni era consciente de nada. No sabía dónde estaba parado. No sé a qué se debía. Puede ser que no tenía apoyo de mi familia; gente de afuera sí, pero me faltaba el de mi familia, que nunca la tuve. Yo pensaba en ellos, pero ellos en mí no” contaba en esa época. Con 19 años y 2 hijos tenía delante de sus ojos la última posibilidad.
Billy Rodas contó cómo era su infancia "(hablando del padre) Era un hombre muy estricto. No me dejaba jugar a la pelota con los chicos del barrio en la calle. Pobre, él quería lo mejor para mí pero a veces impedía que disfrutara del fútbol".
Luego llegó Arsenio Ribeca que le dió continuidad, pero tras la asunción de Pumpido llegó el fin de ciclo.
Continuó su carrera futbolística en Tiro Federal, el Porvenir, y Talleres; y en el exterior, Deportivo Cúcuta (Colombia), Coronel Bolognesi (Perú), León Huánuco (Perú) (donde fue subcampeón en la temporada 2010 y elegido mejor jugador del torneo Descentralizado).
"En Perú me fue muy bien. Al punto que querían que me nacionalizara para jugar en la selección", comentó.
Pasó a Deportivo Quito (Ecuador), a Guizhou Renhe (China), donde según dijo "si no era por los traductores, no entendía nada" y a Wilstermann (Bolivia). No terminó el secundario pero viajar, conocer el mundo, otras culturas e idiomas fueron nutriendo sus conocimientos.
Ahora juega en Estudiantes de Río Cuarto y es padre de 4 hijos, y dice que los lleva a ver a Newell's cada vez que puede. También cuenta que ha jugado picados con Mauro Formica, Hernán Bernardello, y Nahuel Guzmán, y que sueña con algún día convertirse en abogado.
"De todos modos, mi mujer, Ivana, y mis hijos me dicen que tengo que terminar la escolaridad. Alguna vez tuve la ilusión de ser abogado. No descarto estudiar cuando deje el fútbol. Ya estoy más grande, no soy ese nene de 16 años al que se le iba la cabeza. El fútbol me dio y aún me da de comer, pero no es lo más importante. Lamento si algunos esperaban más de mí como futbolista. Mirá, al volver de China con mi mujer perdimos un hijo y eso fue muy duro. Ahora sigo viviendo del fútbol pero valoro más a mi pareja, a mi familia, a mis hijos (además de Brian, están Eliel, Camila y Catalina, de su segundo matrimonio). Ahora soy mejor papá".
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