Newell's Ovacionado en Montevideo
En 1940 Adolfo Celli vuelve a hacerse cargo del primer equipo, esta vez con Newell's disputando los torneos de Primera División de AFA. En aquellos años dorados de gramilla y tamango el fútbol floreció, y en el Parque los bailes eran un deleite para los leprosos que desbordaban el viejo estadio. Empujones y forcejeos para colgarse de los árboles de la Tribuna Verde para ver al magnífico bailarín del Parque, el querido René Pontoni, ídolo de masas, gloria de Newell's. Centre forward de un quinteto ofensivo superlativo que empujaba al equipo a lo más alto en todas las canchas del país. Querían ver los malabares de Ángel Perucca. Quite, elegancia en el manejo del balón, cabeza levantada para ubicar a los delanteros, y entrega al gol. El Portón de América, así se lo conoció a Perucca tras su consagración en la Selección.
Y no te olvides amigo leproso, en aquellos días se jugaba al fútbol con dos backs apenas. La zaga del cordobés Néstor Gilli y el santafecino Juan Carlos Sobrero era recia y difícil de doblegar. Juan Honores se hizo cargo de la portería con envidiables actuaciones. Era un formidable guardavalla oriundo de Perú, tierras donde aún proliferaba el amateurismo. Incluso fue llevado en andas tras la obtención de triunfos importantes. "Cuando la afición elige a sus ídolos, nunca se equivoca", escribía Hipólito Mario Parodi en su libro dedicado a Newell's Old Boys. (1)
El Newell's de Adolfo Celli brilló en aquellos inicios de 1940. En 1944 el alemán dejó la Primera División, y se concentró en las juveniles. Uno de sus grandes partidos fue en el marco del Torneo Internacional Nocturno. En aquella Copa, Newell's fue de menos a más. Y en el Estadio Centenario, los aficionados de Peñarol otorgaron un reconocimiento a su forma de jugar al fútbol.
Tras algunos años de ausencia en tierras uruguayas, Newell's Old Boys arribó en febrero de 1943 a disputar la 6ta. fecha del Torneo Internacional Nocturno al Estadio Centenario de Montevideo. El público local quizás desconocía al rival que iban a enfrentar. "Y si en su largo y brillante historial Newell's ha tenido el honor de enviar a Montevideo calificadas representaciones, la verdad es que el team que ahora defiende los prestigios de la casaca roji-negra no le va en zaga a los de otras épocas. No es en Rosario solamente donde se le admira. El poderoso y espectacular conjunto de Parque Independencia ha ganado miles de admiradores en Buenos Aires, y hasta podríamos decir que miles de 'hinchas', desde que interviene en el Campeonato profesional. Y es que todo aquel que guste del buen fútbol no puede menos que sentirse atraído por el juego de los hombres que dirige Pontoni en el ataque y por los recursos de la defensa que tiene a Perucca por puntal. Que Newell's es uno de los mejores exponentes del fútbol argentino ya lo sabíamos. Que en Montevideo tenía que gustar, también es algo que podía asegurarse anticipadamente. Porque el estilo de los rosarinos se ha parecido siempre al de los uruguayos. En Montevideo como en Buenos Aires, quedan todavía muchos 'líricos' del fútbol, muchos aficionados que van a ver. Sencillamente, así: que van 'a ver'. A que les regalen los ojos.
Titular Revista El Gráfico, febrero 1943. |
El partido se inició con un Newell's agresivo en el ataque y firme en el fondo. Las combinaciones lideradas por René Pontoni dieron trabajo a la defensa local, y aún más a Roque Máspoli guardameta del aurinegro. Por ambos costados llegaban los delanteros leprosos, y con un Perucca en el medio gestando juego en el medio y frenando las posibilidades rivales, provocaban que el juego de Newell's despertara admiración en la afición uruguaya. Con goles de Ferreyra y Fiore se va al descanso 2 a 0. El complemento tenía reservado emociones que cambiarían las expectativas de cada cuadro. A los 3 minutos Chirimo descuenta para el local. A los 56, Lihzterman empareja la contienda. Parecía impensando cuando inició la brega, pero ahora era Newell's el que parecía desconcertado. Faltando 9 minutos para el final el rosarino vuelve a anotar para Peñarol, 3 a 2. Las tribunas locales estallan, y ya saborean el triunfo. En la desesperación, Newell's volvió a atacar. Y, a los 85 minutos, tras un tiro que dio en el travesaño, René Pontoni tomó el rebote y empujó el balón a la red, 3 a 3. Los jugadores uruguayos se le fueron al humo al juez Macías, que luego de consultar con los lineman, ratifica el gol del empate. Gran match de fútbol. Momento culminante para el fútbol rosarino. Y también para la Escuela de Adolfo Celli en Newell's Old Boys, que días más tarde se alzó con el título internacional en la Copa de Oro 1943, el Torneo de los Grandes.
Carmelo Reynoso, el potente back uruguayo Agenor Muñíz de Peñarol y Ángel Perucca dialogan previo al encuentro. Foto publicada por la revista El Gráfico, febrero 1943. |
(1) "Minuto 91 - Fútbol lo que no se ve", Hipólito Mario Parodi, Editorial Amalevi, Rosario, 1987.
(2) Texto extraído de la revista El Gráfico edición N° 1233, febrero 1943.
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