La falta de refuerzos y la "paciencia" de De Felippe


Newell's acaba de quedar elimiinado de la Copa Santa Fe sin hacer mucho. Con poco y nada Unión logró ganar 1 a 0 (con un resultado global de 3-2). La sensación que deja el equipo es más de lo que se venía viendo en la era De Felippe: 11 jugadores que entran dormidos, con poquito le hacen un gol (generalmente de pelota parada), luego remonta pero no lo suficiente como para empatar o, en el mejor de los casos, ganar el partido.

En la ida de los cuartos de final, la Lepra pudo empatar sobre la hora gracias a una muestra de actitud. Esta tarde, los hinchas rojinegros no tuvimos la suerte de ver esa personalidad que hace falta para revertir este tipo de situaciones.

Un equipo parco que no se muestra ni ofensivo ni defensivo. En ataque no hay profundidad; en defensa, cualquier situación puede convertirse en riesgosa de un segundo a otro.


Ibáñez muestra que tiene condiciones para ser el arquero leproso pero nadie puede tener un buen pronóstico de su futuro si Newell's continúa con este rendimiento. Los laterales son fáciles de neutralizar cuando se proyectan, y también son altamente vulnerables en defensa. Leonel Ferroni, por el momento el lateral izquierdo titular, no pudo enviar un solo centro preciso que genere peligro. Facundo Nadalín tiene un poco más de claridad pero también le falta mucho. La dupla central está definida y creo que puede funcionar con trabajo, pero aún falta corregir muchísimos conceptos defensivos grupales y no tanto individuales.

El mediocampo no pudo dar pases claros en 90 minutos. El capitán del equipo, Hernán Bernardello, es el encargado de ponerle un toque de garra y sacrificio al equipo, pero tiende a excederse en sus funciones y termina desorganizándose, creando faltas innecesarias o entrando en el juego que le conviene al rival, motivo por el cual hoy se fue expulsado luego de recibir dos amarillas en pocos minutos. Rodolfo Rotondi mostró en pocos minutos una gran cantidad de errores inocentes que dejan a las claras que aún no tiene nivel suficiente para jugar en Primera, aunque, sería errado caerle a él.


El jóven Cabrera no pudo hacer nada frente a los centrales rivales, experimentados y grandotes, y Fértoli y Amoroso intentaron muchas veces pero no pudieron desestabilizar a los defensores rivales ya que, por lo general, debieron arreglárselas solos y no les llegó una clara pelota al espacio que sea conveniente para jugadores de sus características.

Se siente la falta de Leal y Torres. Newell's no puede depender de un solo delantero o de una promesa (que seguramente no se encuentre jugando en el conjunto leproso en los próximos años). Se siente la falta de refuerzos a la que De Felippe hace referencia constantemente. Hasta ahora, Newell's consiguió reemplazos; no refuerzos.

Los pibes del plantel (salvo Fértoli -si es que todavía se lo puede considerar un pibe- y Torres) carecen de picardía, y los experimentados de ideas a la hora de poner el pecho a una situación de partido compleja. Todo al revés.


Newell's, un club que históricamente colocó juveniles en Primera debido a que estaban capacitados para hacerlo, hoy lo hace porque no queda otra. Y ese no es el camino. Un juvenil debe jugar cuando esté preparado; si no lo está, es muy difícil que lo que suceda después sea positivo.

Habla muy bien de De Felippe si decide seguir al mando de un equipo (y una institución) al que le cuesta levantar cabeza.

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.