El presente se construye

Los leprosos tuvimos un domingo decepcionante, una vez más nos fuimos atravesando el verde del Parque inundados de dudas, pensando una y mil maneras de que ésto salga bien. Después de todo, es lo que todos queremos. Ahora, la realidad nos dió un nuevo golpe en esta copa de cabotaje que el Gobierno provincial inventó para "quién sabe qué objetivo". Volvemos a quedar afuera de la competencia que el año pasado los treintañeros se llevaron casi como un consuelo. Una vez más quedamos con las manos vacias, aún jugando con muchos titulares.

La calentura del momento ya pasó y se hicieron muchos análisis de las falencias que sufrimos, muchas que venimos arrastrando desde el campeonato que pasó. No se trajeron refuerzos, ninguno. Me niego a pensar que Newell's tome como refuerzo un jugador como Zé Turbo, y Leandro Grimi tampoco cubre un puesto a reforzar. Bíttolo, una nueva versión de Evangelista, llega declarando que no quería venir pero no le quedó otra. En fin, estos analisis ya se hicieron, como también la perfecta crítica del DT que tal vez sea lo menos incorrecto de todo lo que sucede, hoy, en el club.

¿Pero cómo llegamos a este presente? 
La coyuntura del club y del país en el momento del adelanto de las elecciones trajo confusión y desesperación en los socios a la hora de votar. Nadie confiaba en nadie, todos vieron como diferentes agrupaciones, desorganizadamente construían un mapa político que cambiaba día a día, y la aparición de cualquier nombre "conocido" iba a traer una confusa confianza en los socios más escépticos. Así llegó Bermúdez. Como llegan los oportunistas, no es casualidad que hacía menos de un año se habia postulado en una lista para Colón de Santa Fe. La figura de Mackey, tal vez, atrajo votos, pero siempre pensé que si el proyecto era real, con cualquier agrupación que ganara lo iba a ir a buscar.

El momento era el indicado para auditar y juzgar a la comisión saliente, había suficientes razones para hacerlo. Ricobelli, Morosano, Lorente y otros tantos, tenían que dar explicaciones. Sin embargo, no sucedió. Y Newell's una vez más paga los platos rotos.

Luego de 2 años podemos hacer un balance de lo que esta comisión está logrando. El análisis general arroja un resultado pésimo por donde se lo mire. Llegaron diciendo que la situación económica del club era "brillante", lo que vino después fue lo opuesto: paro de empleados, de jugadores,  ídolos y jugadores de jerarquía emigraron, caida de los sponsors, problemas de violencia entre hinchas, administración turbia, refuerzos paquetes, quita de puntos, problemas con gremios y Superliga... Y la lista sigue. Ahora vemos un protagonismo de Cristian D'Amico por sobre Eduardo Bermúdez. Incluso en el nuevo Departamento de Fútbol.

Todo se coronó con la presentación de un balance, un simple papel, tan desprolijo como fraudulento. Y el socio mostró, después de mucho tiempo, esa rebeldía que muestra cuando el club lo necesita. El socio se paró de frente a la posibilidad planteada de una quita de licencia, por la convicción colectiva del descontento con la gestión.

Hoy perdimos ese prestigio que esta camiseta supo ganarse con los años y logros. Hoy desde afuera ven un Newell's débil, desprolijo, inviable, como una bomba casera en una caja de zapatos. El club dejó de ser tentador para los jugadores que proyectan un futuro glorioso. Hoy los pibes muestran ganas y les falta todo el resto. Sobre ellos cae el peso del momento y la resposabilidad de la levantada.

No voy a negar que en las arcas del club hay gente muy leprosa y de buena fe, sé que aman la camiseta, pero todo lo excedió y las respuestas no llegan.

Para ser justos, también hay que analizar los aciertos. La llegada de Leal y Omar De Felippe nos dieron un poco de aire en la seriedad al plantear los partidos y pelear punto a punto. Aunque Leal tenga un techo bajo, es la carta más alta que tenemos. El tiempo dirá si hay más aciertos.

Con estas líneas que decidí escribir, más de uno se enojará y me insultará o me acusará con inventos de ser "un anti Newell's". Es el otro gran problema del club. Hemos creado una gran grieta. Amenazas, chicanas, usuarios truchos y violencia en una asamblea...

¿Que va a pasar ahora? No lo sabe nadie. Cuesta pensar en la posibilidad que lleguen refuerzos de jerarquía. Sólo queda confiar en el plantel limitado que tenemos, alentar en cada partido con el corazón, intentar unirnos en la desunión y estar presentes, una vez más, para Newell's y nada más.
Ya la gente demostró que puede ganar partidos. Luego será momento de reconstruir la Lepra, con la comisión que sea. Recuperar el prestigio del club que tan castigado viene.

Cierro esta nota de reflexión con el fuerte deseo de estar equivocado y que Newell's recupere su esencia. Salgamos de este incómodo lugar. Oficialistas a escuchar a la oposición y reconocer los errores para corregirlos, y la oposición a criticar con respeto, y estar a disposición de la construcción del Newell's que todos queremos.

Yo sé que vendrán buenos tiempos...