Juan Carlos Montes

Estampa de crack, Canción Montes. Foto revista El Gráfico.
Juan Carlos nació el 28 de septiembre de 1942 en Bella Vista, Buenos Aires. De chiquito no jugó al baby. A los 12 años un muchacho del barrio, Ricardo Meza, lo llevó a Boca Juniors. Estaban preparando el equipo que al año siguiente jugaría en Novena División.

Por aquellos días a los chicos les enseñaban la marcha boquense, y los pibes solían cantarla mientras ingresaban al campo. Algunos más fuerte que otros. Cuando los resultados no salían venturosos, para algunos era cuestión de murmurar o simplemente mover los labios. Pero Juan Carlos recuerda que generaba impacto, y les daba fuerza extra para encarar el partido.

Estuvo en el club de la ribera hasta la Quinta División. Con 17 años se fue a Atlanta, siguiendo los pasos de Nano Gandulla. Con el "10" en la espalda, se desempeñaba de volante ofensivo y rendía de maravillas.

Osvaldo Zubeldía lo tenía bien conceptuado mientras estuvo como técnico en Villa Crespo. Con 19 años lo hizo debutar en Primera en un partido contra Chacarita. Iba bien, hasta que llegó el turno de hacer la colimba.

Tras el servicio militar, llegó al Club San Telmo. "Entraba a la cancha con el 9 en la espalda, pero arrancaba de atrás". En varios partidos llegó a jugar como puntero derecho. "Bien sobre la raya, y desbordando". Juan Carlos recuerda que el entrenador Rodríguez Parrilla lo puso cuatro o cinco veces, y anduvo bien. Él se sentía bien, y le gustaba. Pero cuando se formó el seleccionado de la Primera B, lo incorporaron como 7. Incluso cuando pasó a Chacarita lo probaron en esa función. En la Selección de la categoría quedó Marcos, el mejor según cuentan.

En 1966 fue suspendido hasta fin de temporada. En el verano, Chacarita lo llevó a prueba a Montevideo. Era un amistoso contra Nacional. Jugó con el apellido Jubatti. Metió dos goles y ganaron. "Nos salvamos", así recuerda Juan Carlos que deben haber pensado los dirigentes de Chacarita. Necesitaban goles, y le pusieron patente de goleador, "cuando yo no le meto uno ni al arco iris". Y como después no los hacía, "me querían comer crudo". Argentino Geronazzo fue quien armó ese equipo de Chacarita. Supo aprovechar muy bien las individualidades que había, formó un conjunto que funcionaba como tal. Geronazzo "te convencía de lo que te decía. Además, se hacía respetar. Si no le hacías caso, seguro que al partido siguiente te plantaba".

A Newell's pasó por 3 millones de pesos y Puntorero en el 69. Integró un muy buen equipo junto a Romero, Zanotti, Abayubá, Ibañez, Avallay, entre otros.

Juan Carlos "Canción" Montes, crack de Newell's Old Boys.
De mucha resistencia física, no le era necesario matarse en los entrenamientos. "Con un poco de mantenimiento ya estoy bien". Con los años fue corriendo menos, pero rindiendo más para el equipo, ocupando bien los espacios del campo y sabiendo dónde pararse. "Sobre la derecha, con el Negro Martínez en el medio, y Mario Zanabria sobre la izquierda, arranqué muy bien en el '71. Mejor aún, cuando me ubicaron en el medio y delante de la línea de cuatro". Siendo el volante que jugaba más atrás, fue dándose cuenta cómo se equivocaba antes yéndose adelante, transportando inútilmente la pelota, porque cuando "te equivocás en el pase es contraataque del contrario seguro; y los muchachos del fondo no saben si salir o quedarse".

Convivió y superó una fractura de costilla, tromboflebitis, dolores en los pies; hasta que una lesión en la rodilla (rotura de ligamentos) forzó su retiro profesional en 1973. En Newell's Old Boys registró una marca de 134 partidos disputados y convirtió 11 goles.

El entrenador del primer equipo, Juan Eulogio Urriolabeitía, lo convenció para que comience a trabajar con la Tercera de Newell's. Tras un muy buen debut como entrenador, a finales de año, los dirigentes le ofrecen hacerse cargo del primer equipo en el próximo torneo: el Metro '74.

Con apenas 6 meses de experiencia, Juan Carlos Montes asume la conducción del plantel profesional de Newell's. Situación delicada por tratarse de un conjunto conformado en su mayoría por ex compañeros. La situación se planteó desde el primer día, y Newell's se mancomunó en un proyecto de trabajo y solidaridad mutua. Tanto para los jugadores, como para el cuerpo técnico.

Plantel Campeón Newell's Old Boys 1974. Arriba: Salvador Alonso (Masajista), Coullery, Capurro, Berta, Vargas, Magaña, Valdano y Juan Carlos Montes. Medio: Barreiro, Cachito Della Penna (Masajista), Carrasco, Rebotaron, Ribeca, Barril, Sperandio y Dr Botoli. Abajo: Rocha, Robles, Picerni, Obberti, Zanabria, Santamaría y Pavoni.
Para el Campeonato Metropolitano de 1974 volvieron a introducirse modificaciones, se jugó en una ronda clasificatoria, con dos secciones conformadas cada una por la mitad de los equipos participantes, que se enfrentaron todos contra todos, más un partido interzonal por fecha, en dos ruedas de partido y revancha, y un certamen cuadrangular final con los dos mejor ubicados de cada zona, en una sola rueda en cancha neutral.

El gran historiador leproso Roberto Benedetto nos cuenta: "Era la última fecha del campeonato que estaba dividido en dos zonas ... Clasificaban los 2 primeros de cada zona ... Llegaba San Lorenzo que venía a mitad de cuadra con un gran equipo. Ñubel iba ganando 1 a 0 (gol de Picerni) hasta que en el segundo tiempo empata San Lorenzo con un cabezazo de Cocco y en un contragolpe con Ñubel atacando, Ortíz, delantero de San Lorenzo ante la salida de Carrasco patea por sobre el cuerpo del uruguayo y la pelota pega en un palo, recorre toda la línea, pega en el otro y Carrasco que se recupera y la toma. En ese instante, hubo un par de segundos donde los corazones se paralizaron, no recuerdo un instante tan dramático como ese". (1)

El Newell's de Montes se clasificó así al cuadrangular final del Torneo. El reducido lo disputó frente a Huracán, Boca Juniors, y su clásico rival. Triunfazo 3 a 2 frente a Huracán en el debut. A los 3 días viaje a Buenos Aires para enfrentar a Boca en cancha de Huracán. Formidable partido de Alberto Carrasco en el arco frenando hasta lo imposible. Con gol de Obberti, Newell's logra su segundo triunfo en el reducido. Resta un partido por jugarse para definir al campeón. A Newell's le alcanza con el empate para coronarse. Una derrota implicaría forzar un nuevo partido de desempate. Por lo que ambos equipos se jugaban el todo en aquella final. El Club Atlético Newell's Old Boys se consagró campeón de Primera División, en el encuentro que empató 2 a 2 a diez minutos del final en la última fecha del torneo reducido por el título ante su clásico rival y en cancha de "ellos". Según algunos ilusos aún restan por jugarse 1 (un) minuto 30 segundos.

Mario Zanabria, Juan Carlos Montes y ALfredo Obberti festejan, 1975. Foto compartida desde Alma Leprosa en San Miguel
En marzo de 1976 por la fecha 6 del Torneo Metropolitano, Montes dejó de ser el técnico de Newell's. Pasó a las filas de Argentinos Juniors donde debían de salvarse del descenso. Superado el reducido de ascenso y descenso, el Torneo Nacional permitía foguear a los pibes que venían asomando en las divisiones menores. El 20 de octubre de 1976, Juan Carlos Montes reemplazó a Rubén Giacobetti. Por él ingresaba al campo un pibito al que le faltaban unos pocos días para cumplir los 16 años, Diego Armando Maradona. Cuenta Canción, que los días previos al debut, cuando mandó llamar a Diego pensó que lo estaba cargando. El chico de oro se presentó ante el flamante entrenador con la casaca número 10 de Newell's Old Boys. Con absoluto respeto el muchacho contó que era la única casaca para entrenar, se la había regalado el mismísimo Mario Zanabria después de un encuentro. Los clubes en aquellos días no proveían de prendas para entrenamiento a las divisiones menores. 

Newell's Old Boys 1983. Juan Carlos Montes, X, Simón, Basualdo, Tognarelli, Martino, Bianco, Scoponi, Azzolini, Viglione, Macat, Beltrán y Salvador Alonso. Abajo: Silva, Dezotti, Picerni, Gabrich, Ramos, Almirón y Llop.
En 1981 volvió a Newell's Old Boys. Su tarea era pelear arriba con los pibes que venían asomando. Tarea nada sencilla pero que consolidó a Montes como referente de los entrenadores en Newell's Old Boys. Hasta 1984 cumplió 283 partidos como entrenador leproso (fuente:  Alejandro Beaty y Armando Garrido, Departamento de Cultura NOB). Siendo, hasta el día de hoy, el técnico que más encuentros ganó con 101 triunfos. De consulta permanente, por su trabajo y humildad dedicada a la institución, Canción logró una nueva estrella colaborando con el Tolo Gallego en el Apertura 2004.

En agosto 2012 se realizó un homenaje en vida a Canción. La pensión del club desde ese 31 de agosto lleva su nombre:

"Esto lo vivo como una sorpresa terrible. Después de tantos años seguir vigente en el club y con tanta gente amiga es muy emocionante"."Esto ya colma todo porque la emoción que sentí cuando me dijeron de poner mi nombre en el Club es impresionante".

"Le quiero agradecer a todos y sepan que estoy a disposición para cualquier cosa, siempre queriendo que Newell's salga adelante". (2)

"Me dicen Canción porque en Chacarita, había un morocho que entraba al vestuario y a todo el mundo lo llamaba así. Se me quedó pegado y yo lo apliqué en Newell's... Pero después me lo endosaron a mí definitivamente".

La vida dedicada a Newell's Old Boys no es exclusiva para quienes nacen el Club.

(1) Texto compartido desde Diario Leproso
(2) Declaraciones de Juan Carlos extraídas de ElRojinegro.com

Newell's Old Boys 1969. Arriba: Profe Mengucci, Toriani, Montes, Martinez, Nunzio Piemonte secretario técnico, Avallay, Kairuz, Terzaghi, Ramirez, cachito Della Pena. Abajo: Abayuba, Ibañez, Ianotti, Bezerra, Tabare Gonzalez. De Rienzo, Musante. Foto del sitio Soy Leproso
Newell's Old Boys 1971. Equipo titular con características de juego. Recorte de la revista El Gráfico.

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